¡Buenos días a todos! ~ Hoy os traigo el primer post donde no solo os explicaré el funcionamiento de un producto, sino que además, ¡lo haré yo misma! La idea ha estado dando vueltas por mi cabeza desde hace ya un tiempo, y creo que no será la última vez que veáis una entrada de este estilo. Creo que son muy útiles, además de divertidas.

En esta ocasión, vamos a probar un “reductor de poros” casero cuya receta encontré en Pinterest. Los ingredientes son:

• Azúcar (1 cucharada)
• Bicarbonato sódico (1 cucharada)
• Aceite de oliva (1/2 cucharada)
• Zumo de limón (1/2 cucharada)

Se vierten (preferiblemente en este orden), se mezclan, y después se aplica el resultado sobre la zona donde se quiere utilizar (en mi caso, la nariz y las mejillas). A continuación, se deja reposar 30 minutos.

Factor comodidad: la verdad es que tenía las expectativas bajísimas porque la mezcla de ingredientes no prometía mucho en cuanto al olor, pero no ha sido para tanto. No es nada molesto. Tampoco lo es tenerlo reposando sobre la nariz, ¡así que no he tenido ningún problema en ese sentido!

Por lo fácil y rápido que es de hacer, no tengo ninguna queja. Lo tienes listo para aplicar en menos de 2 minutos, y los ingredientes son relativamente fáciles de encontrar. No tiene dificultad alguna, ni siquiera para las personas torpes como yo. ¡Os animo a probarlo y a contarme qué os ha parecido!

Resultado

De primeras, mi impresión es que este método no hace milagros en el primer uso, pero que utilizándolo 2 ó 3 veces por semana puede ser muy bueno para mantener a ralla los poros. Volveré a usarlo, ya que me ha gustado bastante y quiero ver los resultados a largo plazo.

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¡Espero que os haya gustado este post! Me he divertido mucho haciéndolo, y espero probar nuevas recetas pronto para contaros cómo me ha ido. ¡Que tengáis un día estupendo! ♡